Este Cuarto Domingo de San José consideraremos el Cuarto Dolor y Cuarto Gozo: «Simeón bendijo a Dios diciendo:... Porque mis ojos han visto tu salvación, la que preparaste ante todos los pueblos (…) Después dijo a María: Este Niño está destinado a ser caída y resurrección de muchos en Israel -y a tu misma alma la traspasará una espada- para que se descubran los pensamientos de muchos corazones» (Lc 2, 30-40).
San José, cumplidor fiel de los planes de Dios. Grande fue tu dolor al saber que por la profecía de Simeón, que Jesús y María estaban destinados a padecer; mas este dolor se convirtió en gozo al conocer que esos padecimientos serían causa de salvación para muchas almas.
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