Perder un tren siempre es doloroso, pero es aún peor cuando los niños que están a tu cargo se han quedado dentro sin ningún adulto que les supervise. Este es el comienzo de una loca persecución liderada por un padre y un abuelo: dos generaciones que tienen que lidiar con sus propios problemas; Felipe, un abuelo imaginativo y mujeriego que nunca ha cambiado un pañal y Ricardo, un padre hipocondríaco abrumado por la situación. Intentarán alcanzar el tren nocturno donde dejaron a los niños solos. Cogerlo a tiempo es su única oportunidad para reparar sus errores. Este viernes 4 de noviembre a las 20:15h en el salón de actos de la parroquia.
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