Dulce Madre, no te alejes,
tu vista de mí no apartes,
ven conmigo a todas partes
y solo nunca me dejes:
ya que Tú me quieres tanto
como verdadera madre,
haz que me bendigan el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo.
Dulce Madre, no te alejes,
tu vista de mí no apartes,
ven conmigo a todas partes
y solo nunca me dejes:
ya que Tú me quieres tanto
como verdadera madre,
haz que me bendigan el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo.